GRACIAS POR HABERNOS ESPERADO

La desapacible y lluviosa tarde-noche zaragozana no impidió que unas 9.000 personas se congregaran en el Príncipe Felipe para disfrutar el primer concierto de la “nueva normalidad” ya sin mascarillas y con aforo completo vendido desde hace semanas.

El bilbaíno y su banda comenzaron a regalar rock and roll con “A quemarropa” de su recién estrenado nuevo trabajo tras la cual aprovechó para agradecer al respetable su presencia con un “gracias por habernos esperado” que reiteró en varias ocasiones a lo largo de la noche.

Prosiguió con “Lo que sobra de mi”, “Por la boca vive el pez” y “Me equivocaría otra vez” de álbumes anteriores que fueron coreados por el heterogéneo público convocado y es que Fito tiene seguidores de todas las edades, pudiendo verse desde familias con niños de corta edad, adolescentes entregados, jóvenes y por supuesto el fiel público que le sigue desde los inicios.

Prosiguieron los Fitipaldis con otro de los temas del nuevo disco, “Cielo hermético“ con un intenso solo de guitarra de Carlos Raya, tan protagonista y presente en todo momento como el mismo Fito, muy conocido y apreciado por los asistentes. Continuaron con el clásico “Whisky barato” para dar paso a un cambio de intensidad con “Las palabras arden”, también de su último trabajo, para coger aire y volver a subir la adrenalina de los allí presentes que corearon y bailaron los siguientes temas que a pesar de pertenecer a su disco más reciente eran bien conocidos  por el público.

Tras “En el barro”, “A morir cantando”, “Quiero gritar” y “Si me ves así”, nos presentaron a otro habitual en el repertorio de Fito, “ Viene y va” para continuar con el single que da nombre al recién publicado “Cada vez cadáver”, que para nada hace honor a la vitalidad del propio Fito y sus Fitipaldis.

Concluyeron con el “Tarde o temprano” el repertorio, que a requerimiento del público volvieron al escenario para el primer bis, el emotivo “Abrazado a la tristeza”, el cual fue largamente aplaudido tras la confesión de Fito de lo dolorosa que era su interpretación, haciendo alusión al conflicto en Ucrania.

Para mitigar el momento llegó el esperado “Soldadito marinero” siendo el entregado público quien se encargó de cantarlo al son de la gran ejecución musical de los Fitipaldis, que del mismo modo hicieron suya la versión “Entre dos mares” de la etapa de Fito con Platero y Tú, dando por terminada la velada con  “Acabo de llegar”.

Fito y los suyos dejaron claro que tienen cuerda para rato y que el parón obligado por las circunstancias actuales, les ha hecho fuertes en esto del rock and roll.

Fitipaldis:

Carlos Raya a la guitarra, Alejandro Climent Boli al bajo, Javier Alzaola al saxofón y Coki Giménez a la batería.

Redacción y fotografía: Teresa Sahún