Entrevista a Knightsune «…la mayoría de las bandas hoy en día se alejan de patrones más tradicionales (…) para nosotros el reto está en conseguir un sonido fresco y moderno manteniendo ese poso clásico…»

Hoy no rompemos restricciones ni toques de queda, ya que nos quedamos en Zaragoza para ser testigos de uno de los últimos ensayos generales de Knightsune antes de que eche a rodar la gira de presentación de su debut discográfico, aparecido este pasado febrero, de título homónimo.

A ver, pongamos todos de nuestra parte, por desgracia el tema está cómo está, todo demasiado parado, pero te invitamos a que eches a volar tu imaginación, te vengas a nuestro ensayo virtual y descubras a estos interesantes power maños.

La primera pregunta, por desgracia obligada en estos días.

Que tal, chicos, en el tema de salud y ¿cómo habéis capeando el temporal durante toda esta maldita pandemia?

C.V.: La verdad es que no nos podemos quejar. Nos pilló el confinamiento durante las primeras sesiones de grabación para el disco y durante esos meses la incertidumbre fue bastante grande. Creo que hicimos bien al no agobiarnos y aprovechar para tomarnos con algo más de calma todo el proceso. Al final todo ha salido bien y, oye, al final te sientes orgulloso de haber podido sacar adelante tu primera referencia en medio de tanta turbulencia.

Después de dar buena rienda de The Curse of London, con su pausado inicio desembocando en un auténtico torbellino de tema, que en directo gana mucho, con un gran trabajo de Carlos a las cuatro cuerdas y el amigo Rubén marcando el ritmo.

Descanso para hidratarse y nos lanzamos a por ellos. Con el disco todavía calentito, y muy buenas críticas en los medios especializados, todo hay que decirlo, casi duele preguntarlo, porque en condiciones normales ahora estaríais métidos en medio de la lucha por conseguir meter la cabeza en los muchos festivales y bolos veraniegos.

Menuda putada este parón, quedan esperanzas de recuperar el tiempo perdido?

V.G.: Bueno, es cierto que la situación nos ha imposibilitado empezar a presentar el disco en directo, pero afortunadamente hoy en día es fácil hacer llegar tu música a cualquier parte, así que aún así estamos consiguiendo crecer poco a poco. Por otro lado, nos ha permitido ir trabajando en otra dirección.  Tenemos una sorpresa preparada para el verano y llevamos bastante avanzado el material para el próximo disco. Lo cierto es que pese a todo hemos aprovechado el tiempo.

C.V.: Quizás sea una ventaja de todas maneras ser un grupo novel. No hay “nadie” esperando una gira nuestra ni tenemos presión discográfica por publicar otro trabajo por ejemplo. Podemos centrarnos en trabajar los directos y batirnos el cobre en los escenarios mientras vamos preparando cosas nuevas.

Siento ser repetitivo con el tema de las críticas, pero es llamativo que un grupo relativamente novel, con su debut, en un estilo que muchos daban por muerto, deje tan buen sabor de boca en la crítica.

¿Quién había dicho que el buen power estaba en horas bajas?

V.G.: No sabría decirte. El tema de las etiquetas tampoco es algo que nos preocupe, simplemente nos gustaría ser capaces de aglutinar de algún modo todas las influencias que tenemos y conseguir un sonido personal. Puede que la mayoría de las bandas hoy en día se alejen de patrones más tradicionales en busca de un estilo más innovador, pero para nosotros el reto está en conseguir un sonido fresco y moderno manteniendo ese poso clásico. De cualquier manera no creo que la fórmula esté agotada, hay bandas como Sabaton o Powerwolf que gozan de una popularidad tremenda hoy en día. Así que creo que al final lo único importante es hacer buenas canciones.

C.V.: El power nunca se ha ido realmente, es solo que ha ido mutando poco a poco en otros estilos y que a veces los detalles hace que se vean distintos: en España sin ir más lejos, hay muchos grupos que podrían catalogarse como power metal pero le dan otro aire simplemente porque cantan en castellano o porque incluyen ciertos toques de folk. Nosotros tampoco tratamos de marcarnos líneas rojas y si bien bebemos mucho de los clásicos del género no le hacemos ascos a coquetear con otras influencias. El melodeath por ejemplo nos flipa bastante y al final todo transpira.

Somos testigos del buen hacer de Diego y Víctor a las guitarras durante The Flying Dutchman.

Sabor añejo, y en una nueva pausa del grupo, volvemos a la carga.

Habéis optado por una forma de trabajar bastante clásica, varias demos antes de vuestro debut y disco auto producido.

Hoy en día, que muchos grupos optan por colgar su música en redes, dejando a un lado el formato físico, animarías a otros grupos a apostar por seguir el camino que habéis elegido?

¿Somos los metaleros más de «tocar» que de descargar?

V.G.: Algo de eso hay cuando uno de los discos más vendidos ahora mismo en España es el de una banda tan alejada de las tendencias más comerciales como Angelus Apatrida. Diría que para los metaleros la música es algo tremendamente importante, y eso nos lleva a un tipo de consumo distinto al del resto, en el que todo es más un producto de usar y tirar al que no es necesario prestarle demasiada atención. Personalmente siempre he disfrutado comprando el disco, ojeando el libreto, leyendo las letras… Y me da la sensación de que es la tendencia imperante entre los seguidores de este estilo.

C.V.: Sí, hay algo de ritual cuando pillas un disco de metal en abrir la caja, profundizar en las letras… El formato físico te da la oportunidad de explorar otras facetas como banda que van más allá de la música como es claramente todo el tema de la imagen. No es lo más importante pero en nuestro caso lo consideramos un poco la guinda del pastel, ese extra.

Ya hemos comentado que, aunque no lleváis mucho como grupo, si os dio tiempo de disfrutar de alguna presentación en vivo antes de que el mundo se viniese abajo.

¿Cómo fueron los inicios en vivo, qué recuerdos guardáis?

Porque eso de los streaming, qué, ¿lo vemos o casi mejor esperar?

D.A.: Tuvimos ocasión de hacer un par de conciertos antes de que comenzara la pandemia y las sensaciones no pudieron ser mejores. Es cierto que toda banda necesita cierto rodaje antes de coger la soltura y las tablas que requiere una puesta en escena, pero creemos que el buen rollo que hay entre todos los miembros del grupo es algo que se aprecia desde el primer momento y que ayuda a que el público se meta en el concierto y lo disfrute con nosotros.

Por ahora, y más visto cómo están evolucionando las cosas estas últimas semanas, la opción del streaming no la contemplamos como principal alternativa. Lo que realmente queremos es poder presentar el disco delante del público, hacerles partícipes de algo tan especial para nosotros y poder interactuar con ellos; así que intentaremos apurar las opciones de hacerlo así, en función de lo que nos permitan las restricciones actuales.

Somos testigos de la descarga de la suite Distant Shores, tema que cierra el disco con sus nueve minutos pasados, en el que hay tiempo para que estos cinco jovenzuelos dejen claro que no tienen miedo a combinar fuerza con destreza.

Gran cierre de trabajo que en directo puede dar mucho juego.

¿Cómo os las ingeniasteis para poder llevar a cabo la grabación del disco, porque entiendo que por las fechas de salida del trabajo, os tuvo que pillar todo el confinamiento de pleno?

C.V.: Habíamos grabado ya alguna cosa antes de que nos encerraran en casa. Ese tiempo lo aprovechamos para ir avanzando en otros aspectos y para repasar concienzudamente todas las composiciones, pulir letras, proponer ideas y alternativas, de manera que en cuanto se abrió la veda y siempre respetando los límites fuimos exprimiendo al máximo las oportunidades que se nos iban presentando. Quedar temprano, terminar tarde, mascarilla todo el tiempo… Atípico, incómodo y un poco agotador, pero lo que no íbamos a hacer era quedarnos parados esperando a ver qué ocurría.

Una pregunta cotilla, ¿qué significado tiene el nombre del grupo?

C.V.: Es un juego de palabras con ‘knight’, caballero en inglés, y ‘kitsune’, que es ‘zorro’ en japonés pero que se suele utilizar también para denominar una suerte de espíritu de los bosques. Lo cierto es que surgió un poco de la nada, en una sesión de propuestas para nombre cuando comenzamos el grupo, pero luego nos gustó la idea de mezclar esos dos conceptos que son bastante autóctonos: el caballero europeo y la criatura mítica japonesa. No aparece reflejado en nuestra composiciones, pero en el fondo somos bastante niponófilos.

Y otra que nos gusta hacer a los grupos de casa, ¿beneficia o perjudica ser un grupo de provincias, alejado de los grandes focos que Barcelona y Madrid significan, en el sentido de ser el destino de las grandes giras de grupos extranjeros, donde se concentran o concentraban los grandes medios y donde el aleteo de una mosca es noticia?

 

V.G.: Supongo que ofrece ventajas y desventajas. Es cierto que a lo mejor en Barcelona o Madrid hay una comunidad más amplia y posiblemente resulte más sencillo ir ganando seguidores, pero al mismo tiempo hay más bandas a las que prestar atención y tal vez participar en conciertos importantes sea más complicado. Y concretamente aquí en Zaragoza es bastante cómodo desplazarse a prácticamente todas las ciudades grandes.

C.V.: Zaragoza lo que tiene es muchas bandas de estilos distintos, pero no ‘escenas’ propiamente dichas como las que te pueden dar la población de Barcelona y Madrid (u otras más pequeñas pero menos eclécticas) y supongo que llegado cierto momento es imposible crecer más.

Tidal Waves suena frenética y obliga a Víctor a lucirse a las voces, con un gran trabajo de guitarra de los dos hachas Víctor y Diego.

Bonito y efectivo juego de guitarras dobladas que nos hacen destrozarnos las cervicales.

Mañana, me ha chivado un pajarito, se abre la veda, todos curados y vuelven los bolos.

¿Festival o bolo en sala?

D.A.: ¿Por qué elegir? (Risas) Somos aficionados a ambos formatos y creemos que cada uno tiene su espacio y su sentido. Como decíamos estamos deseando poder presentar nuestro disco y que la gente pueda venir a disfrutar principalmente de lo que nosotros queremos ofrecerles, y eso está claro que la mejor forma de conseguirlo es en sala porque nos gusta controlar al máximo las variables, y en los festivales ya se sabe que hay mil cosas que pueden fallar y van un poco a salto de mata; pero también te dan la oportunidad de coincidir y conocer a muchísima más gente que además comparte nuestros intereses y gustos musicales, además de ser una pequeña ventanita de exposición para los grupos noveles de forma que puedan escucharte personas que, tal vez, en otras circunstancias no hubieran acudido a tu concierto; es una oportunidad para sorprender.

Como ya después de tanto rato compartiendo música, somos ya casi íntimos, os he de confesar de que Knightsune no me entró a la primera escucha, ni mucho menos.

Y, si os soy sincero, casi que mejor, porque a fuerza de darle al play se descubren muchos matices que en una primera audición pasan desapercibidos.

Uno de los aspectos que me chocó fue la voz, y el hecho de cantar en inglés.

No tanto lo de cantar en inglés, que no es nuevo, pero sí que nos lleva a preguntarnos si este estilo, del que casi todos tenemos nuestras referencias, es más dado que otros a usar esa lengua, pega más, y nos pilla más a contrapié un grupo que cante en castellano.

 

D.A.: Lo cierto es que desde que empezamos con el grupo tuvimos claro que queríamos que nuestras letras fueran en inglés. El principal motivo es que les damos la misma importancia que al resto de la música, de hecho consideramos que en ocasiones puede ser el factor diferencial entre un tema bueno y uno que de verdad se te quede grabado; y por ello nos gustaría que pudiese llegar al mayor número de personas (y con suerte países) posibles.

C.V.: A mí personalmente me da mucho respeto escribir letras en castellano y más para nuestro estilo. Puede que sea por pura costumbre o por la propia forma de nuestro idioma, pero me cuesta mucho conseguir nada que no me parezca descafeinado o muy cursi.

A todo esto, pedazo de portada que os habéis sacado de la manga, no?

Epicismo en estado puro.

 

D.A.: Estamos muy contentos con el resultado tanto de la portada como de las otras ilustraciones que acompañan al disco. Todas ellas son trabajo de Alba Palacio, una ilustradora de aquí de Zaragoza a la que encontramos buscando artistas por internet y cuyo trabajo nos encantó desde que lo vimos. Queríamos que la portada y contraportada representaran esa unión de los elementos del caballero y el zorro que dan nombre al grupo y creemos que se plasma perfectamente en ellas.

The Hollow Act nos descubre a un Víctor más agresivo en las voces, un registro en el que a mí personalmente me gusta incluso más, pero para gustos, colores.

Último asalto con nuestras preguntas, porque no queremos hacernos pesados y nos gustaría seguir disfrutando del ensayo, virtual, pero ensayo al fin y al cabo.

Contáis con colaboraciones en la sección de los coros, y un par de temas a dos voces, ¿cómo tenéis pensado llevar esto al directo, cuando se pueda?

V.G.: Podría ser algo fácil de llevar a cabo, pues se trata de gente muy cercana a nosotros, pero de momento no les hemos propuesto nada y tampoco sabemos si estarían por la labor.

C.V.: Como para las voces femeninas va a ser complicado salvo que podamos contar con invitadas en los directos, estamos trabajando para intentar que nuestros propios coros consigan obviamente no el mismo efecto pero sí una experiencia similar con las armonías y las capas vocales.

A propósito, y ya os dejamos tranquilos, que os hemos dado mucho la vara, vosotros sois más de  vinilo, DC, moderno digital?

¿Qué trabajo lleváis puesto en el coche?

C.V.: Yo soy muy de vinilo en físico y en digital tengo el Spotify puesto prácticamente 24/7. Y no conduzco (risas) pero si te sirve igual lo último que me he pillado ha sido la edición aniversario del ‘Imaginations from the other side’ de Blind Guardian

D.A.: Yo por ejemplo tiro principalmente de formato digital y precisamente uno de los motivos es que siempre llevo puesto en el coche un pen-drive con una amplia colección de temas, actualmente en muchos vehículos ya no es posible usar formato físico. Y en cuanto a lo que llevo, generalmente no suelo incluir discos totalmente completos, pero sí hay algunos como el “Hymns for the Broken” de Evergrey, el “Esencia” de Skunk DF o el ”Firewind” de Firewind por ejemplo. 

Después de una tarde de buen metal y charleta, aunque sea digital y en nuestra imaginación, nos despedimos, solo de momento, de estos prometedores Knightsune, que seguro van a dar mucho de qué hablar.

¿Algo que se nos haya quedado en el tintero, chicos?

C.V.: Agradeceros el cariño y la compañía y nada, invitamos a la gente a estar atenta que tenemos una sorpresa en camino y en cuanto podamos empezaremos a anunciar fechas para poder vernos las caras

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Redacción: Carlos G. Citoler

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