Reseña «We Must Make Them Fall» de BLACK SEAL

Segundo largo de los zaragozanos, tercer trabajo si tenemos en cuenta su EP debut de 2015, que nos presentaron este caluroso final de mayo pasado, y que vino precedido de un exitoso crowdfunfing. El disco ha sido grabado, mezclado y masterizado en los estudios «El Túnel» de Zaragoza por Xavi Estivill.

Y hasta aquí los datos objetivos, señor@s, porque si continúan ustedes leyendo se van a hacer la idea, equivocada por otra parte, de que este humilde juntaletras tiene algún interés oculto en alabar las bondades de este We Must Make Then Fall, por afinidad a la banda o amiguismo, y nada más lejos de la realidad.

Muy al contrario, me gustaría aprovechar y denunciar públicamente el hecho de que lanzar un crowdfunfing y poner como adelanto y anzuelo el cañonazo que da título al disco, me parece que está en el límite de lo legal, ya que el incauto escuchante que merodee por las redes y le de por hacer un click a destiempo en el enlace, sinceramente, está perdido. Si a los amigos de Black Seal se les hubiese ocurrido incluir como recompensa en este crowdfunfing la opción de regalar un apartamento en la playa a los integrantes del grupo, con toda seguridad, más de uno habríamos adquirido gustosamente el lote.

No, ahora en serio, el trabajo entero está repleto de joyas por descubrir, pero escoger el tema título del mismo como adelanto me parece una jugada maestra.

Creo recordar haber escuchado o leído alguna entrevista en la que se comentaba que la banda que decida apostar por este método de financiación tiene que tener las cosas claras y muy estudiadas, y la elección del anzuelo por parte de Black Seal ha sido inmejorable.

Cañonazo de principio a fin, con un ritmo de batería trepidante, tema que en directo se antoja a todas luces como un nuevo clásico en el repertorio del grupo, y en el que ya nos dejan entrever que han puesto toda la carne en el asador. Tema tratado en equipo en el que cada integrante tiene su propia parcela para lucirse, siempre a favor del resultado final.

Pero sería injusto pasar por alto el tema que abre este trabajo, Never, con su épico inicio y un estribillo parido para el directo, no hay duda. Apertura de disco que ya deja claro desde un principio el salto de calidad en cuanto a sonido y a la calidad de los temas, con una demoledora dupla Koke-Txus marcando un ritmo infernal. Tremendos.

Sería un no parar de elogios si nos metemos a analizar tema a tema, y siendo de casa, podría sonar hasta mal. Pero es que, si nos quitamos las camisetas y las banderas, hay que reconocer que este trabajo es un puto cañonazo. Y punto. No nos dolerían prendas en reconocerlo si la banda estuviese establecida en Sebastopol, por ejemplo, y nos deberían de doler menos siendo de la tierra.

Que Perpetual, sin abandonar la potencia que rodea a todos los temas, tenga la particularidad de meterte en una mezcla de epicidad y oscuridad es la leche. No me preguntes si es el tratamiento de las guitarras, la atmósfera o el tempo. A mi dame más de esto y deja que los entendidos se peleen entre sí. Oscuridad y potencia unidos para dar forma a uno de los temas que más poso dejan tras su escucha. Enorme el trabajo de Daniel a las voces, durante todo el disco, pasando de los atronadores guturales, fragmentos recitados, o incluso esas voces graves que tan acertadamente coloca cuando hace falta.

Aromas al joven AXL, aunque ya quisiera el pelirrojo angelino tener la décima parte de potencia que el bueno de Daniel derrocha en Free of Chains.

Afrontamos Kingdom of Fools, donde la dupla Dani-Fernando se salen a las seis cuerdas, para variar, con unos riffs canallas y contagiosos, tema de directo con el puño al aire frente al escenario, coreando un estribillo atronadora y unas magníficas guitarras dobladas.

Y si de macarreo va la cosa, la continuación con Place to Hide es de órdago. Desde la inicial intro motera, guitarras sangrantes y un perfecto juego de voces nos llevan a los ochenta más macarras y cañeros, endurecidos al modo Black Seal.

Lo dicho, tema a tema, sorpresa a sorpresa es lo que nos llevamos degustando este We Must Make Then Fall. En la entrevista que tuvimos el placer de compartir con Black Seal hace unos días, nos comentaban que, pandemias y demás interrupciones mediante, el grupo llegó a un punto en el que la obsesión por mejorar y retocar los temas les llevó a plantearse el hecho de parar y plasmar lo que tenían de forma urgente, porque corrían el riesgo de volverse locos. Y en mi modesta opinión, detuvieron está locura justo en el momento perfecto.

Detalles como el inicio «batuquero» de Pay Your Sins, que desembocan en un temazo repleto de cambios de ritmo en el que es imposible aburrirse, incluida una parte central demoledora, o Life Reset, con sección acústica incluida, denotan que Black Seal no han perdido el tiempo ni mucho menos estos meses de parón obligado, y se han marcado un señor trabajo. Sean de donde sean, había que decirlo, y se ha dicho.

Para cerrar el trabajo nos han reservado Wake Up, con su entrada de piano incluido y voz melódica, a modo de descompresión,… Los cojones. Cerrando por todo lo alto, otro tema nacido para corear bajo el escenario y dejarse la piel y las cervicales, eso sí, puño bien en alto. Porque a mala leche y potencia, hoy por hoy, nadie supera a Black Seal. Cambios de ritmo constantes que harán que no pierdas el interés, Daniel dándolo todo imprimiendo más agresividad si cabe a las voces y guitarras que te transportan a directo sin remisión.

No sé si de la pandemia hemos salido mejores, pero más cargados de mala leche, no me cabe la menor duda. Al menos, estos cinco paisanos así nos lo demuestran en este brillante We Must Make Then Fall.

Recomendadísimo.

Redacción: Carlos G. Citoler

 

ENTREVISTA A BLACK SEAL 

Entrevista a BLACK SEAL

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