Echábamos de menos la rabia mexicana. Desde 2018 los machetes de Brujería no se alzaban en los escenarios zaragozanos al grito de “Matando Güeros”. Tras varios años, la banda latina volvió a nuestra ciudad el pasado 6 de diciembre a dar un espectáculo, o como lo llaman ellos, una “misa negra”, en la Sala López.
Acompañados de una de nuestras bandas locales, Darmage, y del death metal riojano de Aposento, ese pasado martes, para ser un día entre semana, cerró la jornada con mucha energía y sobre todo con mucho “brujerismo”.
A la cita acudieron bastantes personas desde que se abrieron las puertas de la sala. Entre la multitud, muchos fans vestían con antiguas camisetas de Brujería así como con diseños de los zaragozanos Darmage. Había mucha expectación. Y es que ni el elevado precio de las entradas -a causa de esta difícil situación socioeconómica en la que nos encontramos- consiguió amedrentar las ganas de ver a estos tres grupos.
Darmage se encargó de abrir el concierto e ir calentando al personal a través de un setlist cargado de canciones con un potente mensaje entre las que no pudieron faltar “El Gran Titán” o “El Huesped”. Con este grupo de “casa” empezaron los primeros moshpits al ritmo del groove/thrash zaragozano.
Pasamos al death metal de Aposento con sus afilados riffs y sus potentes blast beats. El cantante de la banda, Santi, nos ofreció un show muy cercano repleto de guturales que animaba al público a darlo todo desde la primera hasta la última fila. Sus temas mezclaban death metal tradicional, con un estilo un tanto más cercano al brutal death y ligeros tintes más oscuros.
En definitiva, un bolo que nos dejó con ganas de mucho más. Esperamos poder volver a verles en los escenarios zaragozanos muy pronto.
La joya de la corona llegó a las 11 de la noche. Lo bueno se hace esperar. Entre los cambios de instrumentos con el anterior grupo, de repente, una terrorífica cabeza desmelenada apareció clavada en una bandera mexicana en medio del escenario. La marca de la casa, o lo que Juan Brujo acuña como “Coco Loco”. Sobre este curioso individuo os contamos más en nuestra nueva entrevista al vocalista de la banda, Juan Brujo, en nuestro canal de YouTube.
A la llegada de los músicos, nos dimos cuenta de que la formación no era a la que estamos acostumbrados a ver ya que faltaban Hongo (Shane Enbury), El Cynico (Jeff Walker), Hongo JR (Nick Barker) etc. Tampoco tuvimos la suerte de escuchar los gritos femeninos de la Bruja Encabronada, que como nos contó Juan Brujo en la entrevista, no pudo asistir por motivos laborales.
Los nuevos miembros tenían buena química entre ellos por lo que resultó un espectáculo sólido y consolidado. En esta ocasión presenciamos una formación casi en su mayoría latina lo que daba aún más fuerza y sentido a las letras protesta que compone la banda.
Con las bandanas tapando la mitad de sus caras, al más puro estilo bandolero narco, comenzó un concierto que suscitó infinidad de emociones entre su audiencia. Rabia y rebeldía pero también mucha diversión y cachondeo.
Entre la enorme bandera mexicana que se alzaba junto a la batería y toda la indumentaria que los músicos portaban, el concierto fue casi un viaje a las fronteras latinas. A ese mundo narco y peligroso del que canta Brujería. Y ante el peligro, mejor estar armado. 2 o 3 machetes se alzaron al aire cuando “Matando Güeros” comenzó a sonar por los altavoces. Desde las primeras filas se escuchaba el choque de los filos contra el suelo cada vez que alguno de los miembros marcaba el ritmo con el afilado cuchillo.
En cambio, no tuvieron que amenazar a nadie para poder conseguir “mercancía”. Fueron varios entre el público los que sacaron canutos y bolsitas transparentes para animar a la banda a echarse unas risas más. De esta manera, no tardó mucho en llenarse el espacio de un olor un tanto peculiar que acompañó a la perfección una de las temáticas eje de esta banda.
Y es que Brujería son cuchillos pero también es mucha fiesta. Terminando el concierto no pudo faltar echarse unos bailes con “Marihuana”, la versión embrujada de nuestra “Macarena”. Pocas personas pudieron quedarse impasibles ante los ritmos latinos que empezaron a sonar por los altavoces de la Sala López y que hicieron de ese concierto un momento inolvidable.
Con temas más nuevos, pero nunca sin los antiguos, Brujería nos trajo a Zaragoza un setlist de lo más completo que contentó tanto a los fans más nuevos como a los más veteranos.