Crónica KORPIKLAANI + TURISAS + TROLLFEST C.C.Delicias 7 Marzo 2019

CALOR NÓRDICO

El Centro Cívico Delicias, se podría considerar a día de hoy, como el bastión del Metal en esta ciudad que nos acoge y cobija bajo su manto de hormigón y folclore jotero. Tanto nos va el folclore en la Inmortal Ciudad, que no era de sorprender que un concierto, de tres bandas norteñas de la otra parte del mundo, programado a las 18:00 horas, un jueves y a 31 euros por entrada, estuviese lleno de ansiosos folcloreños veinteañeros, ávidos de bailoteo y desparrame etílico. Entrando en el recinto de conciertos aquello parecía una recreación de la sala dónde reposaban los huevos de Alien, esos que se abrían cuando un despistao acercaba el cabezón, humo de artificio por doquier y un fulgor verde que llegaba del escenario, ya todo encendido y listo, ah, y un calor considerable rematado por una evidente falta de ventilación del lugar. Aquello prometía, me recordó a los cargados ambientes de los garitos Heavy’s de la zona en los años 80, prometía, sí… hasta que mi vista se fijó en el colorido decorado de globos que invadían el escenario. Atados estratégicamente en los pies de micro, en los caballetes que sustentan los teclados, en la batería de Korpiklaani, y demás elementos escénicos. Si no había quince globos multicolores y de distintas medidas, no había ninguno, y claro, recordé la hora del evento… ummmm, las seis de la tarde… horario infantil, y para ello habían engalanado aquello que parecía el Chiquipark. El personal, pertrechados con sus litros de cerveza y sus caras de ganas de fiestorro, iba llenando la sala. Coincidí con dos fotógrafos y  comentamos que el foso estaba fatal para meterse a hacer fotos y maldijimos el futuro en ciernes que nos esperaba en aquella larga jornada, ahí bregando entre alocados folcloreños que no iban a parar de botar, de meter manos y brazos entre nuestros objetivos y el ansiado momento en que el artista pone caras o gestos molones. A veces nuestro abnegado oficio de retratistas es una guerra, eso sí, una incruenta y sin víctimas, pero dura de… narices. Ahí nos quedamos a la espera de que el Metal dominase nuestras almas y mentes… qué ilusos, de verdad.

TROLLFEST – RIZANDO EL RIZO

Las seis y media on the clock, y aparece un señor con frondosa barba y peluca de Barbie Princesa, ataviado con un vestido de Rapunzel, pero dos tallas menos. Coñe, pienso, ya se ha escapado un Clown del Chiquipark y se ha subido aquí equivocado al ver tantos globos de colorines. Pues no, el señor va y se sienta tras la batería. Leñe, pues este debe trabajar aquí. Sube otro barbudo con corona azul iluminada, vestido de Cenicienta y un grotesco maquillaje entre meretriz victoriana del East End londinense y actor de teatro clásico chino, ah, y una guitarra LTD blanca de siete cuerdas, muy chula, llena de pegatinas, en una se leía “Caution. Heavy Metal Inside”, bien por el Ceniciento. Seguidamente, odio los adverbios, pero estamos de fiesta, ¿no?, siguen apareciendo uno tras otro el resto de la banda; el teclista con un enorme acordeón con leds de colorines, peluca rosa y diadema luminosa ataviado de… ¿sirvienta de castillo de cuento?, el bajista de concubina romana, de rojo y diadema de brillantitos, el guitarra también con una diadema de plumón y diamantitos y un vestido blanco que parecía el pijama de mi bisabuela, otro con un saxofón de plástico transparente lleno de luminarias y vestido de Mérida( la de «Brave») y el cantante. Dios el cantante. Este se había comido a media Noruega antes de venir al fiordo maño de Las Delicias. Iba de Frodo Bolsón con capa de rey roja y remate blanco con motas negras, que parecía un Papa Noel trasnochado del todo a cien, eso sí, lucía una hermosa corona hecha de alargados globos de colores, que al poco rato entregó a la servida asistencia. Con semejante cuadro sobre el escenario y después de saludar, haciendo arrumacos y demás extrañezas, comienza el show de estos desvergonzados trabelos de cuento. Dos temas rápidos y fiesteros e impronunciables abren el menú del Troll noruego, “Fjosnissens fjaseri” y “Kjettaren mot strommen”, la banda se mueve sin parar y anima al respetable, el sonido es malo en esos primeros compases, pero se soluciona para el tributo a Britney Spears, “Toxic” de la oxigenada Barbie de la Jet Set es Trolleada a base de bien por estos zagales. La banda empieza a soltar globos que botan y botan entre los folcloreños maños, que también botan y rebotan en alocados bailes dignos de cualquier fiesta pagana que se precie. El show de estos showmans noruegos siguió frenético recorriendo temas de su discografía, desde la más underground, hasta la más conocida y actual, hay que recordar que Trollfest hasta hace poco era una banda que la conocían en dos fiordos y medio, pero que a base de tragar festivales y giras mundiales acompañando a otros norteños de mayor nombre se han aupado al Valhalla del folk metal internacional. Nueve temas completaron la juerga de estas princesas de cuento bizarro, durante los cuales hubo de todo, el bajista concubina romana se bajó entre el público para montar una conga que recorrió varias veces lo redondo de la sala, el cantante, Trollmannen, hizo hacer el gamba por sectores a la gente, ahora los de la izquierda se agachan y los de la derecha se rascan el sobaco… hubo salto sobre el público, otra vez del bajista, que es el que debe estar asegurado en este bosque de Trolls, que fue llevado en volandas un rato, bajo en ristre y sin dejar de tocar. Y sobre todo lo que hubo fueron cervezas, que se apretaron los del grupo en buenas cantidades durante la actuación. Trollfest molaron, son divertidos, a pesar de ser noruegos, que todo el mundo sabe que en Noruega el sentido del humor no viene de serie y a pesar de que se olvidaron de hacer un triste solo de guitarra.

Set List:

  •  Fjosnissens fjaseri
  •  Kjettaren mot strommen
  •  Toxic  (Britney Spears cover)
  •  Steel Sarah
  •  Illsint
  •  De tre bukkene Beruba
  •  Kaptein Kaos
  •  Professor Otto
  •  Deildegasten
  •  Solskinnsmedisin
  •  Espen Bin Askeladden
  •  Helvetes hunden garm

TURISAS – LA LEY DEL MÍNIMO ESFUERZO

Si en la lejana isla abatida por el gélido viento del Helheim cantasen jotas, esta podría ser una del repertorio de Turisas, pero oye, ahí sus santos cataplines, pocas bandas con tan poco material has sobrevivido y mantenido una audiencia tan fiel y abundante. Turisas llena allá dónde van, si hoy no hubiesen formado parte del cartel los promotores acaban con un perro y una flauta pidiendo en la calle San Miguel para sufragar el concierto. Pero por suerte para todos, y ahí me incluyo, estaban en el juego. Con un enorme telón de fondo con “santicos” dibujados de la antigua Constantinopla, y banderas de guerra en el decorado, salieron los fineses a dar batalla de la buena. Turisas es la banda más Metal de la noche, y a pesar de que a ratos lo olvidan, suenan poderosos. El sonido inicial hizo aguas, tónica general en las tres actuaciones, pero se solventó con parsimonia nórdica. Por lo visto nadie prueba sonido con anterioridad, y así los técnicos que los acompañan en la gira se tienen que ganar los garbanzos ahí a puerta fría en cada local en el que fondea este Drakkar de luz y sonido. La guerrera “As Torches Rise”, de su primer disco “Battle Metal”, abrió la puerta del mejor concierto de la tarde, a la que siguieron “A Portage to the Unknown”, pura épica vikinga, y “We Ride Together”, de su “Turisas 2013”, a la postre su último disco. La voz de Mathias Nygård no estaba en su mejor momento y ahí se notaron las tablas que lleva este vocalista bajo sus pies. La banda no se estaba quedando corta dando caña con actitud y buen hacer, dónde estaba brillando con luz propia la violinista Caitlin de Ville. Caitlin es una mega estrella del violín en su Finlandia natal, pero para mis ojos se asemejó a una suerte de Ljósálfar guerrera que no paraba de moverse y darle vida al escenario con unas fabulosas partes de violín. La que estaba teniendo más problemas era la guitarra del rubio Jussi Wickström que iba y venía a su libre albedrío, desangelando un poco el sonido general de Turisas. “To Holmgard and Beyond”, uno de los himnos de su disco “The Vaganrian Way”, atronó y enardeció al joven personal que ya abarrotaba el recinto haciendo casi imposible ejercer el oficio de retratistas. Entre idas y venidas buscando ese hueco propicio para cazar lo que ocurría sobre las tablas me cruzaba con sufridos compañeros del gremio que lucían la misma cara de circunstancias que debía lucir yo mismo. Y pese a todo, lo estábamos pasando cañón. Seis temas siguieron sin casi descanso, el concierto de estos vikingos transmutados en guerreros post apocalípticos que cambiaron las pieles de oso por cuero, caucho y metal, iba viento en popa, con sus disparidades en cuanto a música, yendo del folk  al metal más cañero, variando de temas fiesteros a otros épicos y preñados de reminiscencias mitológicas, o de ecos de batallas que ilustran los libros de aguerridas gestas. Hasta que llegó la escusa perfecta para salirme a echar un pitillo. La cover del “Rasputin” de Boney M, yo por ahí no paso, así que esa parte la dejo en blanco ya que no estaba presente. Al salir me topé en la zona del merchan a los Trollfest, ya vestidos de personas y duchados, atendiendo a los fans que se les acercaban, sacándose fotos con ellos e intercambiando frases en torpe inglés. Al regresar al horno que era ya la sala de conciertos me topo con los Turisas sentadicos marcándose una copla “To Holmgard and Beyond “, otra vez, pero en acústico, y yo que les veo ahí apalancados me digo, ya están cansados estos, qué flojos son en Finlandia, pensé que se levantarían para seguir con el final del concierto y acabarlo en un punto álgido, pues no, siguieron ahí zanguangos perdidos y acabaron en plan bajón con su “For your Own Good”. Un final triste para un buen concierto. Sin un solo de guitarra.

Set List:

  •  As Torches Rise
  •  A Portage to the Unknown
  • We Ride Together
  •  To Holmgard and Beyond
  •  In the Court of Jarisleif
  •  Greek Fire
  •  Hunting Pirates
  •  Battle Metal
  •  Five Hundred and one
  •  Stand up and fight
  •  Rasputin (Boney M. cover)
  • The March of the Varangian Guard (Acústico)
  •  For your Own Good (Acústico)

KORPIKLAANI – GRANJERO A TUS OVEJAS

El telón de fondo, de enormes dimensiones como los de las bandas anteriores, era un cuadro de la granja de Pepito en versión placera finesa, o eso, o la comarca de los Hobbits en temporada baja. Ah, no. Calla. Que era la portada, hiper dimensionada, de su último disco “Kulkija” de 2018 y que tenían la intención de presentar en directo, a mi modo de ver un craso error, ya que a la gente le gustan los temas fiesteros, alegres y etílicos de años anteriores y no el tostón hiper dimensionado, igual que el telón de la Comarca, que estaba a punto de suceder. Empezaron con el tema que abre su nuevo trabajo de estudio, “Neito” que significa doncella en su idioma, …El camino es la novia de un trotamundos, una doncella a quien echa de menos y con quien viaja… ¿En serio? Esto de Metal tiene poco y la banda es más estática que mi abuelo bailando un pasodoble. Al único que salvo de la hoguera en el granero es al vocalista Jonne Järvelä, el hombre intentaba levantar a un apático público que entre litros y litros esperaba paciente a que sonaran los temas “buenos”. En el quinto de la tarde sonó “A man with a plan” y el respetable ya se empezó a animar, pero aquello fue un espejismo bajo el sol de la granja. Ocho temas avanzaron perezosamente, ¿ya he dicho que odio los adverbios? “Lempo” empezó a hacer bailar a la concurrencia, pero tampoco mucho que digamos, alguno pegaba botes, pero yo creo que era más bien efecto de las birras. “Pilli on Pajusta Tehty” no pienso traducir eso, que suena muy raro… “You Looked into my eyes” y la aclamada “Wooden Pints” cerraron el set oficial. Yo deseaba que el concierto hubiese acabado, pero no, se ve que en Finlandia no tienen casa. Los bises, aún con tofo, fueron lo mejor de los Korpiklaani, “Beer Beer”, que la tocaron con miembros de los Trollfest, incitó al personal más joven a liarla parda haciendo mosh pit y corriendo en círculos como si no hubiese un mañana. El gentío tenía ganas de fiesta, pero eso a los fineses y a su fría actitud durante todo el concierto no les importó. La esperada “Vodka” llegó en el penúltimo cartucho y vaciaron el cargador con la fiestera “Happy Little Boozer” en la que subió al entarimado el bajista de Turisas que hizo coros y tocó una especie de bandurria del fiordo. Lo mejor del concierto de Korpiklaani es que se terminó.

Set List:

  •  Neito
  •  Juomamaa
  •  Korpikuusen Kyynel
  •  Aallon Alla
  •  A man with a plan
  •  Palovana
  •  Kallon Malja
  •  Harmaja
  •  Kotikonnut
  •  Henkselipoika
  •  Sillanrakentaja
  •  Kylästä Keväinen Kehto
  •  Lempo
  •  Pilli on Pajusta Tehty
  •  You Looked into my eyes
  •  Wooden Pints
  • pausa
  •  Beer Beer
  •  Vodka
  • Happy Little Boozer

En líneas generales fue una buena noche de mucho Folk, se me hizo largo aquello, pero a la zagalería folcloreña que sigue este género se la vio contenta, los artículos del merchan volaban y el ambiente de fiesta fue bueno. 

FOTOS Y TEXTO: KARLOS QVINTO
VIDEO: EVA SOLEMBLA

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