(8 / 10)
Deberíamos tomarnos este mal sueño como una segunda oportunidad.
La de descubrir cosas nuevas, salir (ohhh salir…) de nuestra zona de confort, cambiar un minúsculo detalle en nuestras vidas, para que cuando vuelva la ansiada normalidad, nada vuelva a ser como antes.
Que decidimos que a partir de ya nos vamos a hacer runners, pues bien, pero anda con cuidado. Que mañana mismo nos ponemos manos a la obra en nuestro huerto ecológico, pues tampoco es mala idea. O que por el contrario empezamos a introducir en nuestra dieta metalera algo de sonidos industriales y mas tecnológicos, pues por que no.
Esta pesadilla vivida debería de ser una segunda oportunidad para, al menos, abrirnos más, después de tanto tiempo encerrados.
Este pasado y lejano ya 14 de marzo estaba programada en la Sala Z la descarga de mis vecinos Banished abriendo para una banda desconocida hasta entonces para mí (mil perdones, nunca es tarde para aprender).
En días en los que la oferta era tan amplia que hasta hoy duele recordarlo, no es de extrañar que este concierto fuese uno más de la lista, y tampoco llamase mucho la atención en una ciudad por aquel entonces bien servida de bolos.
Luego vino lo que vino, y todo se vino abajo.
Tal vez hoy, con la que nos ha caído, sea el momento perfecto para resarcirse de ese error y comenzar a adentrarse en el mundo Killus.
Desde 2005 llevan estos jóvenes veteranos repartiendo leña metalera, casi nada. Villareal les ha visto despegar, y desde sus inicios, no han parado de volar. Te recomiendo que te des una vuelta por sus redes y sabrás de sus andanzas y reconocerás seguramente, aunque sea de oídas, el nombre de alguno de los grupos con los que han tenido la oportunidad de compartir cartel, y los innumerables festivales europeos que se han recorrido estos figuras. Algo tendrá el agua cuando la bendicen.
«Devilish Deeds» es su ultimo latigazo, lanzado este pasado 31 de Enero, bajo el auspicio de Maldito Records.
Agradable sorpresa, muy agradable, ya que he de reconocer que hasta que este trabajo llegó a mis manos (ohhh pecador) era un absoluto desconocedor del mundo industrial dentro del metal (repito, nunca es tarde,…anímate).
Y como absoluto desconocedor del género, lo primero que me viene a la mente tras una primera escucha del trabajo, antes de preguntarme quien esta detrás, es que estamos ante el último disco de alguna de las grandes bandas internacionales del género, afamadas todas ellas, de las que llenan estadios de fútbol con luces y pirotecnia a cascoporro, por lo bien trabajado del disco, la calidad de los temas y lo bien que entra a primera escucha, venciendo mis recelos iniciales en cuanto a la «industrialidad» del asunto…
Pero NO, NO y mil veces NO.
Que es una pasada de disco, SI, que tiene calidad de sobras, PUES CLARO QUE SI (casi 20 años de curro, no lo olvides), que suenan como un tiro, POR SUPUESTO, que tiran por tierra todo prejuicio anterior, YA TE DIGO.
Pero que todo esto tiene que ser sinónimo de banda procedente de fuera de nuestro país, POR AHÍ SI QUE NO PASO.
A ver si llega un día en el que todos nosotros, yo el primero, y que mejor momento que este, nos quede claro una cosa: complejos ni uno, aquí (tomemos este «aquí» en el sentido más amplio de la palabra, tampoco es el momento de entrar en inútiles discusiones territoriales) se hace música con la misma (ya no digo más por cortarme un poquito, pero ojo cuidado) CALIDAD que en cualquier otra parte del globo.
Y si no lo crees, adéntrate en el mundo Killus, porque estos cinco maestros te van a hacer cambiar de opinión …
Con una imagen muy potente y rompedora, obra de Vixteria Hollow, Killus nos dan la bienvenida a este trabajo con «Canticum Apocalyptica«, en la que el buen hacer de Ruk a las programaciones nos lleva a terrenos de los que no vamos a querer regresar,…
Gran trabajo a las voces durante todo el disco de la nueva incorporación, Javi Ssagittar, que además, se ha encargado de las letras del trabajo, las cuales merecen mención aparte, ya que la fuerza de sus palabras golpean nuestra conciencia tal como la atronadora música de sus temas lo hacen con nuestras cervicales.
Una vez dentro del mundo Kullus, no tenemos escapatoria, y «Devillish Deeds» se nos presenta como una inmejorable carta de presentación. Con una letra muy clara, repartiendo estopa a manos llenas, nos encontramos con el grupo desplegando todo su potencial. El amigo Javi está esplendido a las voces, jugando con los efectos y doblando voces, y la dupla Nano –
Premotuxx a la batería y al bajo respectivamente tienden su sólido puente sobre el que Kun y Ruk se deslizan y nos hacen saltar del sofá con machacantes riffs.
Desde el grito inicial, una pura descarga de Metal con mayúsculas. Si de esto se trataba el Metal Industrial, porque nadie antes me había avisado???!!!. Agresividad pura, y en directo no me lo quiero ni imaginar,…
Con un inicio grandilocuente, «Vortex» nos deja ver un poco más ese lado más industrial de Killus. Pero ojo, no asustarse. Temazo, temazo sin concesiones, con un Nano a la batería que marca el camino a seguir a un gran trabajo de los dos hachas en las seis cuerdas que arropan de forma magistral un muy pegadizo estribillo.
Primer single del trabajo, del que podemos encontrar por las redes un video muy acertado, durante el tema estos cinco currantes del metal nos llevan de paseo por todas las vertientes que tan bien manejan, pasando de los Killus más metálicos a su lado más operístico, épicos, industriales,…Vamos, que no nos vamos a aburrir y acomodar con este disco, si esa era tu intención.
Tema («Vortex»), y trabajo en general, que cualquier grande del genero a nivel mundial hubiese querido firmar, y
que nosotros tenemos la suerte de tener en nuestra casa. Ahí es nada.
Nos metemos en el mundo industrial de cabeza con «No More Hope», con un inicio en el que Ruk deja constancia de su buen hacer, aunque no tarda el resto del combo en estallar y llevarnos de nuevo por la senda del metal.
Sin haber llegado siquiera al ecuador del trabajo, da la impresión de que estos temas en directo tienen que funcionar de maravilla, con la energía que el disco desprende, unida a la espectacular imagen del grupo, me imagino las salas coreando los pegadizos estribillos que inundan las canciones de este último trabajo de Killus. Mención aparte merece la base rítmica, con unos Nano y Premotuxx que te machacan y te tienen en un continuo cambio de ritmo.
Con un inicio muy apropiado para el resumen de la vuelta ciclista, «Ascending Antichrist» es, que esperabas con este título, otro puñetazo encima de la mesa. La teatralidad de Javi a las voces te atrapa y te lleva de cabeza a la historia que quiere narrar, lo que unido a la contundencia sonora, te atrapa sin remedio.
Perfecta mezcla de teclados, programaciones y todos los «contras» que quieras imaginar, pero que dan como resultado un tema duro, compacto, variado en estilos a lo largo de todo su desarrollo, que nos lleva desde los ambientes más industriales hasta las partes más épicas y coreables.
Oscuro comienzo para «The End of the Vatican«, tras el que el bajo de Premutoxx nos saca a empujones de nuestro letargo y nos mete de cabeza en un torbellino, en el que Nano nos machaca con continuos cambios de ritmo y el amigo Javi se marca un trabajo espectacular en las voces, vomitando rabia y repartiendo cera a los propietarios de la mayor franquicia del planeta (que esperabas con este título,…).
Tema demoledor, arrasando con todo, con una rabia y un buen saber hacer que muchas grandes bandas del género envidiarían, y algo habrá tenido que ver en eso el trabajo de Enrique Soriano en las mezclas y masterización de este gran trabajo.
El inicio con macabra letanía infantil incluida de «Flash of Mercy» pone los pelos de punta y nos prepara para un tema en el que la letra nos deja bastante tocados, por lo que de verdad esconde.
La huida hacia un precipicio en la que nos encontrábamos inmersos es la que Killus nos presenta aquí, una obra de teatro con todos sus actos condensada en 4 minutos de canción. Pura teatralidad, puro espectáculo, puro metal.
Un auténtico pepinazo, directo, sin concesiones, nos encontramos en «For Death I Lust«, con un grupo dando el cien por cien y Javi jugando con todos los registros vocales imaginables.
Ya llevamos un rato de escucha y multitud de prejuicios se están viniendo abajo (metal industrial, made in Spain…). Habrá que estar atentos para ver hasta dónde llegan Killus en su vuelo, porque de una cosa estoy seguro, lejos van a llegar.
Bajamos un poco las revoluciones con «Ephemeral«, sumergiéndonos en unas letras que nos recuerdan lo efímeros que somos, y más en estos aciagos días.
Gran trabajo de Nano a los parches, con continuos cambios de ritmo (este chaval tiene que acabar molido), con efectos muy bien colocados por el amigo Ruk, secundado por Kun en unas guitarras que nos muestran la parte más épica del grupo.
Un tema que debería funcionar de miedo en directo, con el personal interactuando con el grupo en las partes más coreables. Unos Killus mas melódicos, épicos en su epicidad, si esta expresión existe, que nos demuestran que saben moverse entre estilos como pez en el agua.
Pero, tras la calma, vuelve la tormenta sonora de la mano de «Nemesis«, un trallazo mezcla de todo lo que Killus sabe hacer con maestría: dobles voces, teatralidad y contundencia sonora por doquier, un sube baja de emociones que nos lleva de los momentos más épicos a la dureza más industrial. Gran trabajo del conjunto, cada vez se hace más difícil destacar a alguien, cuando el conjunto es de tal calidad. Nada que pueda omitirse, pero no se me ocurren añadidos que puedan mejorar el original.
Y con «Raise me Up» llegaríamos al «final oficial del disco», un tema que empieza con unos tintes techno que podrían asustar al más «true» de los metaleros, pero que no tarda en convertirse en otro pepinazo muy apetecible en directo. Todo lo que nos ha enganchado de Killus, mezclado, revuelto y servido en bandeja para dejarnos con un gran sabor de boca. Lo dicho, puro Killus, puro metal, sin más.
Y de postre, 3 joyitas, como regalo, para cerrar esta maravilla de trabajo, una especie de bis para acabar este buen concierto (que mono de bolos, por Dios…)
«El Péndulo» es la única canción del trabajo cantada en castellano, y que en mi caso, que arrastro tantos prejuicios, tema que ha ido entrando mejor conforme le he dado más escuchas. Prejuicios de que a este tipo de género le queda mejor una letra en inglés, de nuevo, se vienen abajo con este temazo, demostrando Javi que se defiende también de maravilla en nuestra lengua, como no podía ser de otra forma.
«The Look«(cover de Roxette), si, estás leyendo bien, es el deseo hecho realidad de muchos de los metaleros cuarentones que hoy peinamos canas. Seguramente habrás escuchado este tema hasta la saciedad en tus tiempos discotequeros (reconócelo…), y has de confesar que en algún momento te sorprendiste tarareando su estribillo, pero también has de reconocer que ni en tus mejores y más metaleros sueños hubieses imaginado una versión tan potente.
Un homenaje, un guiño, llámalo como quieras, a un tiempo pasado que les ha quedado «made in Killus» total.
Y como todo tiene un final, llegamos a la guinda que corona este gran pastel con «A Perfect Paradigm (MMXX)«, el primer tema que el grupo presentó tras la incorporación de Javi a las voces, remasterizado para la ocasión.
Buen cierre para un buen descubrimiento, gran disco, nuevo género a investigar… y que buenas son las segundas oportunidades!!!
Personalmente, a mí me ha encantado el trabajo, que queréis que os diga. Fuera complejos, fuera miedos, producto de proximidad, hecho en casa, con nuestra gente, a nuestra manera, y que suena a internacional que mata!!!.
Un consejo para estos oscuros días de reflexión, si eres un metalero de pura cepa: aprovechando que nadie te ve, dales una oportunidad, sumérgete en su mundo, déjate atrapar por sus sonidos y te aseguro de que estos 5 monstruos echaran abajo todos tus prejuicios…
No tienes nada que perder, y te aseguro de que si mucho que ganar, porque mañana, si la justicia existe en el mundo de la música, habrá que levantar la vista para localizarlos en cualquier cartel de gran festival.
FICHA
Ruk: Guitars & Programming
Kun: Guitars
Premutoxx: Bass
Nano: Drums