(8 / 10)
A día de hoy, son incontables las etiquetas que nos podemos encontrar, no ya en el global de la música, sino solamente en nuestro royo musical más cercano, el que a todos nos gusta.
Partiendo del post-rock, pasando por el Metal Progresivo, y haciendo parada en el Brutal Death Metal Técnico, si hacemos parada y caso a todas las etiquetas en nuestro camino a la hora de buscar un nuevo descubrimiento musical en nuestra tienda de discos favorita (que bonito y retro suena esto, …), podemos llegar a desorientarnos de tal manera que acabemos olvidando realmente que estamos haciendo allí.
Y todas son perfectamente validas, todas tienen su publico, y eso de muestra una buena salud musical.
Pero es justo reconocer que, cuando algo está bien hecho, desde la honestidad, y con unos mimbres que muchos otros grupos quisieran para si, es de justicia apearse de la vorágine de novedades discográficas en las que nos vemos inmersos y quitarse el sombrero.
Puro, puro Heavy Metal, sin más, aunque también, nada menos.
Desde la inicial intro «90ºN-42ºS», con la invitación entre susurros de Judith a adentrarnos en esta maravilla de disco, hasta la genial «Reloj de Arena», este ‘Contra el Tiempo y el Destino’ de LYRA MORTEN nos mete de cabeza sin pausa en el más honesto y puro HEAVY METAL patrio que he escuchado en los últimos tiempos.
Unos susurros de Judith Conte, primera de las invitadas a este trabajo, que despiertan en esta intro a unas guitarras dormidas que ya no van a dejar títere con cabeza en lo que queda de andadura.
No te dejes engañar por esos teclados épicos, como llegados del espacio, porque las sirenas que cierran el tema anuncian turbulencias … Y que turbulencias, compañero, porque el duo «Sirenas» y «La sombra del Caos» nos ponen las cosas en su sitio. Y ese sito no es otro que el epicentro del puro metal.
Con la pareja Toni y Carlos Cruz a la sección rítmica, defendiendo la retaguardia, y la acelerada labor de los extremos Jose Maria y Carlos Fernández a las 12 cuerdas, cada uno por su banda, repartiendo riffs a diestro y siniestro, no queda otra que hincar la rodilla y postrarse ante estas dos bofetadas de realidad y buenos temas.
Como colofón, si tenemos en punta al gran Sergio a las voces, el resultado se antoja de goleada.
En «Sirenas» nos encontramos una temática por desgracia conocida, no nueva, pero tratada con una delicadeza que estremece. No busques aquí letras oníricas ni enrevesadas metáforas, esto es una bofetada de realidad en toda regla.
En «la Sombra del Caos», tendrás a Toni marcando un ritmo marcial sobre el que Carlos y Jose Maria nos lleven en volandas montados en sus potentes riffs al encuentro de un Sergio más potente si cabe, secundado por unas voces profundas de fondo que le dan una mayor contundencia y oscuridad al tema.
«De Entre Cenizas» es la combinación perfecta de un cuarteto convertido en una apisonadora, devastando todo a su paso, y un Sergio marcándose un estribillo muy épico, que tiene que ser toda una fiesta en directo. Una amenaza, la vuelta tras ser derrotado en vida, que nos demuestra que Lyra Mortem han venido para quedarse en primera linea de fuego. Como digo, creo que este tema tiene muchos números para ser un plato fuerte en directo.
Los temas que forman el disco no son breves en cuanto a duración que digamos, pero escuchando de un tirón el trabajo, queda la sensación de que no sobra en ellos ni una sola nota, no hay partes de relleno, y eso que el nivel de velocidad e intensidad en todos ellos es más que alto.
Y como l@ tip@s duros también tenemos nuestro corazoncito, en «No me Despiertes» nos metemos de lleno en una hermosa canción de amor. Bueno, hermosa lo es, pero no esperes pausa y bonitas melodías, este es un amor real, de los que duelen, como duele este temazo, un ruego a que llegue el fin tras una dolorosa pérdida.
El grupo sigue en su línea, arrollador, pero vemos a Sergio llorando unos versos en las que, en mi humilde opinión, es la más bonita de sus letras. Aunque ya te he avisado antes, tal vez «bonita» no sea la palabra. Amigos de Lyra Mortem, con su permiso, me apropio de esta letra, si no les molesta, y la hago mía.
Y llegados a este punto, ya puedes ir levantando el puño, porque llega la épica hecha canción.
Que llevas toda una vida dedicada a este cruel negocio que es la música, y gracias a ello has conocido multitud de compañeros que comparten y aman este estilo de vida, ya sea encima o bajo un escenario, pues vas y les comentas que tienes un temazo en la recámara y que te encantaría contar con ellos para convertirlo en todo un himno.
Fácil, no? Pues dicho y hecho, «Resilencia» se convierte en el punto álgido del futuro concierto de Lyra Mortem al que, seamos sinceros, ya no vas a poder resistirte acudir.
Si tenemos a los cuatro jinetes del apocalipsis dando el do de pecho, a un Sergio desatado en las voces, y añadimos a unos enormes Eric Moya (Deldrac), Héctor Laudaró (Timeless), sumados a Luis Marti y Javi Giano (Cyan Bloodbone), todos ellos autenticas bestias pardas, no esperes otra cosa que un autentico puñetazo en la cara. Un autentico himno que tiene todos los números para ser otro momento álgido en concierto.
Comienza fuerte «Durmiendo en una Espiral», con un grupo lanzado y Carlos en concreto volando sobre las cuerdas de su guitarra. Otro tema con pintazas de directo, coro épico y muy coreable, lo que me lleva a parar un momento, y echando la vista atrás en la escucha del disco, la verdad es que llevamos una buena lista de temas que deberían de funcionar sobre las tablas sin ningún tipo de problemas, al menos sobre el papel.
Mención a parte merece «Sheliak», e invito a quien quiera profundizar en el título a que tire de buscador y descubra el juego que da con el nombre del grupo. Una joyita, de nuevo, en forma de homenaje a una lejana luz que ya no volverá (que me perdone el grupo si no es así, pero así la entiendo y así me la quedo para mí).
Un inicio lento, triste, desemboca en un mar de sentimientos y penas que vuelve a dejarnos en éxtasis. Una lastima que el disco esté llegando a su fin… Hermosa letra, nuevamente llorada más que cantada, por Sergio, con el alma en las mismas cuerdas vocales.
Y dejándonos con el alma muerta con el anterior «Sheliak», no se les ocurre otra que aliarse con Silver (cuidado, rodilla al suelo para recibirle), para acabar de matarnos. Otro himno, acompañados como digo por el gran Silver, es este «Con el Alma Muerta», bofetada de metal en toda regla, en un mano a mano de ambos vocalistas, acompañados por los cuatro gladiadores que no nos dan tregua ni para tomar aire.
Nuevamente, temazo en directo, y van … (¿cuando estaban por Zaragoza esta gente? Marzo?).
Acabamos el viaje, que en verdad se nos ha hecho corto, con el bajo invitado de Javier Canseco (Bajo Presión), con una bonita y trabajada entrada a «Reloj de Arena». En este tema también colabora a las voces el maestro Toni Robledillo, creando junto a nuestro Sergio otro estribillo perfectamente coreable en directo (… joder, era Marzo, no?).
Está claro que esta gente no vive del aire, saben lo que se hacen, como hacerlo y de que manera ofrecer un producto de indudable calidad.
En fin, lo dicho, un disco largo en cuanto al minutaje, repleto de Himnos, con mayúsculas, que se hace breve a la escucha. Un puñado de currantes del metal, que nos demuestran que son peones en su trabajo, pero reyes en su estilo. Un descubrimiento por casualidad en mi caso, que nunca me habría perdonado perdérmelo. Una muestra de que en nuestra propia casa tenemos joyas tan valiosas, si no más, que las importadas del exterior.
Lo dicho, rodilla a tierra, porque Lyra Mortem han llegado, y vienen dispuestos a quedarse.
Como ellos mismo dicen, «Luchar o Epitacio».