
Con todo atado, sin dejar nada al azar.
Tres años transcurridos desde que los de Soutomaior nos sorprendiesen con Pillars Of Salt, y posteriormente nos helasen la sangre con su agónico Eve, el cuarteto saca de la chistera lo que viene a ser la continuación del sorprendente EP de 2020.
Y esta vez da la sensación de que no han dejado ningún cabo suelto. Lo que hace tres años pudo haber sido una experimentación que les salió redonda, hoy, con Covenants Of Salt sonando de fondo en el equipo de música, se antoja un trabajo medido a conciencia. Desde su duración, casi, casi clavada a la de su hermano mayor, a la multitud de pasajes sonoros por los que el paseo a lomos de esta nueva entrega revela, deja a las claras que el trabajo invertido en esta obra no ha sido poco precisamente.
Registrado en los Estudios Moontower del rey Midas Don Javier, como lo fue su antecesor, Covenants Of Salt nos trae unos Balmog sin ningún miedo a la experimentación ni al qué dirán, si es que esto importó en algún momento al cuarteto gallego. Casi veinte minutos en los que los pasajes sonoros se van sucediendo de manera natural, sin sobresaltos y con elegante naturalidad.
Si ya comentábamos en su día, cuando tuvimos la oportunidad de tener al grupo en nuestra web, que Eve nos había helado la sangre por la aterradora atmósfera que lo envolvía, en Covenants Of Salt es la epicidad y la potencia a partes iguales las que inundan la entrega. Con su grandilocuente inicio, repleto de pasajes recitados que contribuyen a aumentar su épica, es la batería de Virus la que nos despierta del trance e imprime potencia al tema. Batería que se hace dueña del trabajo, manejando a su antojo los ritmos y atmósferas del mismo, apoyada en el bajo de Morg. Remarcable el trabajo del dúo durante toda la descarga, consiguiendo que el vaivén de ritmos y ambientes que propone este Covenants Of Salt no suene a pastiche mal montado. Muy al contrario, el cuarteto ha conseguido que el dejarse mecer por las idas y venidas de su propuesta sea lo más parecido a encontrarse solo y a la deriva, perdido en medio del océano. Incluso esa sensación sequedad de boca y continúa sed no te abandonará durante toda la escucha.
Escucha, por otro lado, y como bien remarca el propio grupo, que se aconseja precedida de su hermano mayor. La experiencia de encadenar Pillars Of Salt y este Covenants Of Salt del tirón es la mejor forma de llegará apreciar lo que los gallegos se han sacado de la manga con esta malévola creación.
No te vamos a cansar con banas explicaciones ni inútiles timings seccionando este Covenants Of Salt minuto a minuto, hazte un favor y déjate arroyar por la potencia de una batería desbocada, por el cruce de riffs de la mano de Balc y J.F., ahora desdoblados y atacándote cada uno por un frente, ahora uniendo fuerzas y zarandeándote como un pelele a su antojo. Siente la letanía que la oscura voz de Balc recita a través de los diferentes fragmentos de la obra y déjate arrastrar por el épico final de fiesta con tintes jazzísticos que desemboca en una orgia de potencia y voces dobladas. No es un trabajo para analizar con fríos datos, simplemente busca sus redes, si todavía no tienes a Balmog como banda de cabecera, sumérgete primero en Pillars Of Salt para que la experiencia de este Covenants Of Salt sea completa y después, si eres capaz de salir ileso del trance, nos cuentas,…
Redacción: Carlos G. Citoler